-->
Esta es una enmienda redactada entre Tania Sánchez, Eberhard Grosske y Juan Peña a una la tercera tesis del documento politico-organizativo de IU para su X Asamblea. Intenta aprovechar buena parte del documento original, pero le da un nuevo enfoque y aporta algunas cosas nuevas.
Izquierda
Unida ha de reconocer que, a partir de la larga etapa que va desde la
III Asamblea Federal a hoy, hemos ido construyendo de hecho, en lo
organizativo, un partido político mucho más que el movimiento
político y social que decimos ser. Un partido o formación política
que, además, ha vivido con tensiones su carácter federal: a veces
ha caído en incoherencias que van más allá de las diferencias
lógicas por la soberanía compartida, y otras veces, por el
contrario, ha pecado de centralismo en busca de un discurso y una
práctica más homogénea.
IU
es hoy, también, una formación donde el panorama general es el de
la insuficiente participación de la militancia, el debate
interiorizado y en algunas ocasiones – afortunadamente cada vez
menos-, el conflicto interno. La situación actual de muchas
organizaciones de base no genera el mejor ambiente para invitar a
participar en ellas a personas con inquietudes y que podrían
acercarse a nosotros y nosotras. Las razones tienen que ver con lo
que hemos reseñado, pero también con el tipo de agenda política
que normalmente ocupa a nuestras organizaciones, el descrédito de
las organizaciones políticas que también nos afecta, etc.
Nuestra
situación organizativa, nuestro modelo, no fue la razón
fundamental, pero si una importante, que nos llevó a proponer en la
IX Asamblea Federal de Izquierda Unida su Refundación en base a una
IU anticapitalista, federal y republicana organizada como Movimiento
Político y Social como eje para una nueva convergencia política y
social. Hoy, además, están presentes nuevos factores que nos animan
a plantearnos con mayor intensidad cambios en nuestras formas
organizativas. Si antes el impulso procedía de nuestra propia
autocrítica y conciencia democrática, hoy además debemos responder
a la demanda ciudadana que exige a las organizaciones políticas más
apertura, flexibilidad, democracia interna, ética y transparencia.
En
paralelo a la definición de IU como una organización útil para la
movilización y para la mayoría social debemos añadir además el
diseño y la práctica de un trabajo institucional alternativo, cuyo
objetivo fundamental sea aprovechar las instituciones realmente
existentes para propiciar los cambios estructurales en la sociedad,
que consideramos necesarios como fuerza política.
Y,
finalmente, somos conscientes que la feminista, es una revolución
pendiente la sociedad y en nuestra organización. Debemos
comprometernos con ella y eso significa cambiar nosotros y nosotras
para que en nuestra organización el feminismo y las mujeres sean
prioritarios.
Sabemos
que la afiliación de mujeres a IU es menor que la de los hombres
(ocurre en todas las organizaciones políticas y sindicales) pero
entendemos que eso no puede ser un obstáculo, sino que debe
impulsarnos a ampliar esa militancia de mujeres y a hacerlas más
visibles dentro de la organización. Nos comprometemos con la paridad
en todos los órganos de dirección e, inexcusablemente, en las
listas electorales de forma que el resultado sea una representación
paritaria en las instituciones en las que estemos.
Las
cuotas son necesarias, pero insuficientes. Impulsar políticas
feministas, visualizar a las mujeres de la organización, cambiar
formas de organización para favorecer la participación femenina e
incluso nuestras formas de debatir, son los cambios necesarios para
que IU sea un espacio en el que las mujeres se sientan cómodas
militando y luchando por los derechos de todos y todas.
Así
pues se trata de proponernos una verdadera Revolución
interna de Izquierda Unida que
cambie esencialmente lo que hemos sido hasta ahora en lo
organizativo. Y ello porque el instrumento debe adaptarse a la
situación actual, que hoy es bien distinta de la de hace, tan solo,
4 años. Se trata de debatir en profundidad cómo cambiamos y qué es
necesario cambiar en nosotros y nosotras para ser útiles a la
izquierda alternativa, para pasar de ser una formación minoritaria a
converger en un proyecto de mayoría social. Ni más ni menos.
Una
organización para operar en política en un nuevo siglo que ya no es
el XX, con lo que implica; para sumarse y dar forma a la rebeldía
democrática de millones; dispuesta a disputar la hegemonía social
al neoliberalismo, converger en torno a un programa y un discurso de
mayorías; que rompa los corsés de la política representativa y
construya una nueva cultura de la participación; que profundice al
máximo en la democracia interna, pero más aún en su relación con
la sociedad; feminista y feminizada; más joven; que sea instrumento
útil para intervenir en política; que cambie en métodos de trabajo
y flexibilice sus estructuras organizativas; que facilite la
participación individual y sectorial .etc.
Es
por eso que sometemos a consideración de ésta X Asamblea diversas
propuestas y líneas de trabajo.
III.1.
Una
organización en red, flexible y abierta
La
situación del país cambia por momentos. Los recortes y agresiones
exigen respuestas inmediatas, la ciudadanía se suma a movilizaciones
con escaso margen de convocatoria, en ocasiones incluso las redes
sociales marcan la agenda. En muchas ocasiones, es frustrante
comprobar cómo los tiempos de reacción de nuestra organización son
más lentos de lo que desearíamos y de lo que la situación nos
exige.
Es
necesario buscar fórmulas que permitan flexibilizar el
funcionamiento de nuestra organización, que permita reaccionar con
rapidez al conjunto de la organización, más allá de declaraciones
públicas, en torno a campañas, iniciativas o movilizaciones. Ello
no puede ser una excusa para obviar los procesos democráticos en la
toma de decisiones, pero hay una serie de medidas que pueden
facilitar un funcionamiento más eficaz de los órganos, una mejor
circulación de la comunicación, y un mejor aprovechamiento de las
aptitudes y recursos con los que contamos en la organización.
Al
mismo tiempo, necesitamos una organización cuyos límites sean
porosos, que permita fácilmente incorporarse, ya sea de manera
estable o puntual, a personas que quieran acercarse, sin ofrecerles
como única alternativa la afiliación. Habitualmente, un buen
trabajo en este sentido acaba dando como resultado, precisamente, un
incremento de afiliación en la medida en que facilitamos la primera
toma de contacto.
III.1.1.
Órganos eficaces, dimensionados y ágiles
Muchos
de nuestros órganos de dirección resultan demasiado grandes para
reunir a todos sus miembros y para tener debates útiles, que
culminen en decisiones claras. Ello a su vez genera reuniones
demasiado pesadas y poco eficaces que provocan el absentismo de parte
de sus miembros, especialmente en los casos en que deben desplazarse
muchos kilómetros para participar en ellos. Y no contribuye a paliar
esta sensación la organización de los debates, que a menudo se
centran en una serie de intervenciones, frecuentemente mezclando
diversos temas a discusión y sin debate entre sí. Sacar las
conclusiones concretas de un debate así es enormemente difícil.
Por
tanto, es necesario tomar medidas para mejorar el funcionamiento de
los órganos como las siguientes:
- Reducir, de manera generalizada, el número de personas que componen los distintos órganos de dirección federales.
- Reformar sus reglamentos de funcionamiento para facilitar el debate organizado, a través de comisiones o grupos de discusión y regular estrictamente los plazos para enviar con suficiente antelación la documentación a debate.
- Encargar el estudio de medios tecnológicos que permitan tanto el intercambio previo de opiniones, como la asistencia virtual a reuniones, especialmente para los órganos ejecutivos que se reúnen con mayor frecuencia.
- Cualquier otra que permita combinar la democracia en los procesos con la agilidad y la eficacia en la toma de decisiones.
III.1.2.
Aprovechar aptitudes y recursos, funcionar en red.
En
más de una ocasión comprobamos cómo las capacidades, el ingenio,
la imaginación y habilidad de nuestra militancia, multiplican
cuantitativa y cualitativamente la actividad de una organización con
escasos recursos. Pero, en ocasiones, no existen canales adecuados
para poner en contacto a las personas con ideas o habilidades
concretas y las personas responsables del ámbito de trabajo
correspondiente. Es necesario flexibilizar nuestro funcionamiento
para que no se eche a perder el talento y esfuerzo de la gente que lo
puede ofrecer a la organización.
Existen
algunas experiencias en nuestra organización, más formalizadas o
más puntuales, que apuntan en el sentido de un funcionamiento en
red. Así, profesionales del Derecho de nuestra organización o
cercana, han creado un Foro que les permite intercambiar información
y que puede ser de enorme utilidad para todo tipo de cuestiones
legales, desde el asesoramiento en cuestiones administrativas, hasta
la ayuda en casos de multas y detenciones. Igualmente, en el marco de
huelgas generales y movilizaciones de ámbito estatal, se ha
procurado buscar a personas que hicieran llegar fotos y vídeos desde
los diferentes territorios. Es una forma de trabajo a explorar en
cualquier ámbito.
Por
ello, deberíamos recoger como una figura organizativa más la
existencia de redes, fundamentalmente a efectos de trabajos
prácticos, sin que sustituyan a las personas que trabajan para IU,
ni a los cauces establecidos para la toma de decisiones. Así,
podrían existir diferentes tipos de redes:
- Redes de profesionales, de distintos ámbitos, cuya cualificación pueda ser de ayuda para la organización o nuestros cargos públicos, con funciones exclusivamente de estudio o asesoramiento técnico.
- Redes de técnicos, que puedan ofrecer la realización de trabajos concretos a la organización: diseño gráfico, edición de foto y vídeo, desarrollo de software, diseño web, etc.
- Redes temáticas, de personas interesadas en el intercambio de información y debate sobre temas concretos, y que permitan un funcionamiento más ágil y flexible que el de las Áreas de elaboración.
- Redes de cargos públicos, para el intercambio de mociones, iniciativas, buenas experiencias, etc.
Debe
quedar claro que en ningún caso esas redes deben sustituir, en
primer lugar, el trabajo que técnicos y profesionales deben realizar
remuneradamente y en condiciones dignas. En todo caso pueden ser un
complemento, especialmente en aquellos territorios con menos
recursos. Y, en segundo lugar, tampoco pueden sustituir a los órganos
de elaboración o decisión: en todo caso, pueden elaborar y preparar
propuestas que sean sometidas a debate por los cauces habituales.
III.1.3.
Abrirse de par en par
La
exigencia de mayor participación, de mayor apertura y democracia en
las organizaciones políticas ha sido un clamor en los últimos
meses. IU siempre ha funcionado de manera abierta, en las áreas y
asambleas de base, y además ha profundizado en la convergencia con
personas no afiliadas a través del proceso de Refundación y la
Convocatoria Social. El programa, la piedra angular de nuestra
organización, nunca ha sido debatido a puerta cerrada, sino que se
ha buscado todo lo contrario.
Pero
no es el momento de la autocomplacencia por lo ya hecho, sino de
profundizar en ese mismo camino. Los resultados de la apertura han
sido siempre positivos. Se trata ahora de hacer una llamada
permanente, para redefinir la relación con la ciudadanía. Nunca
hemos creído en una democracia meramente representativa, en la que
los partidos eligen sus programas y sus candidaturas, piden el voto
para ellas y no vuelven a pedir opinión hasta cuatro años más
tarde.
Al
igual que nuestro programa no es solamente nuestro, hemos de dar el
paso para llegar a que nuestras candidaturas sean también debatidas
y elegidas de manera abierta, a que las decisiones de mayor calado
también sean tomadas con la gente que nos sigue y deposita su
confianza en nuestras siglas.
Por
ello, junto con la práctica habitual de celebrar asambleas de base
abiertas y periódicas y convocar áreas de elaboración colectiva,
debemos explorar otras fórmulas, como pueden ser las siguientes:
- Las primarias abiertas: existen ya experiencias, dentro y fuera de nuestra organización, para elegir a las personas que encabezan las candidaturas, o incluso las candidaturas completas, con la participación de cualquier persona interesada en participar en el proceso. En caso de ponerse en práctica deben disponerse las máximas cautelas para asegurar la máxima igualdad. Deben realizarse vinculadas al debate político y garantizar la comunicación con el conjunto del censo electoral del proceso en igualdad de condiciones de las candidaturas que hubiere según el marco estatutario, así como su presencia en el conjunto de la organización.
- Los “caucus”: Hay también experiencias de democracia participativa de Asambleas abiertas con capacidad de decisión sobre aspectos de especial relevancia (aprobación de programas, elección de candidaturas, decisiones institucionales, etc.).
- Asambleas de rendición de cuentas: especialmente en los ámbitos locales es conveniente la realización de encuentros periódicos para explicar el trabajo realizado en el ámbito institucional. A niveles superiores se pueden buscar fórmulas de rendición de cuentas aprovechando las nuevas tecnologías.
- Referendos: Para la toma de decisiones de especial calado (apoyo a mociones de censura, investidura, gobiernos en coalición, planes o programas importantes) puede ser interesante consultar, no solamente a la militancia, sino también a simpatizantes o a un censo electoral creado al efecto con personas interesadas.
De
lo que se trata, en definitiva, es de profundizar en la interacción
con la ciudadanía, ganar en democracia participativa y avanzar en la
identificación con nuestras decisiones más importantes.
III.2.
Una
organización ética y transparente
IU
funciona con estrictos principios éticos en lo relativo a sus vías
de financiación, el comportamiento y la remuneración de sus cargos
públicos, la limitación de mandatos y todos aquellos aspectos que
tienen que ver con la limpieza de la actividad política y la cultura
democrática contraria a la profesionalización de la misma.
Por
ello, creará un espacio en su página web destinado a la
transparencia en su funcionamiento en el que informará puntualmente
de los siguientes aspectos:
- Las actas con los acuerdos tomados por sus principales órganos.
- El Estatuto del Cargo Público.
- La financiación de sus grupos institucionales y remuneración de sus cargos públicos, dentro de los límites lógicos de protección de datos y de la intimidad.
- Los principales apartados de ingresos y gastos del presupuesto de Izquierda Unida.
- Cualquier otra información que pueda resultar relevante, previa consulta a movimientos y profesionales expertos en transparencia de las organizaciones.
Asimismo,
es el momento de dar un paso más allá en una práctica habitual en
los distintos niveles de organización de Izquierda Unida, en lo
relativo a la ética en su comportamiento como entidad jurídica. Por
ello, se realizará un Plan de Gestión Ético-Social, que procurará
maximizar la contratación de servicios, suministros, productos
financieros o cualesquiera otros a través de entidades de la
economía social y alternativa. En dicho plan se recogerían aspectos
tales como la sustitución del software propietario en los equipos
informáticos de IU, la contratación del suministro eléctrico con
cooperativas de energías renovables o el traslado de cuentas a
entidades de banca ética, entre otras.
III.3.
Una
organización enormemente participativa
La
participación es uno de los elementos indispensables para ser una
organización de nuevo tipo. En los ámbitos territoriales más
cercanos resulta más sencillo crear cauces de participación
estables y abiertos, como las Asambleas o áreas de elaboración.
Pero es necesario complementar esa participación cotidiana con otras
fórmulas de participación.
Igualmente,
es especialmente preocupante la escasa participación de las mujeres,
a todos los niveles, en una organización que se define como
feminista. Del mismo modo, escasea la participación en sectores
juveniles o en sectores sociales prioritarios para nuestra política,
desde personas extranjeras a personas en paro en general.
La
participación es, sin duda, una preocupación general y un valor que
compartimos, pero no la hemos dotado hasta ahora de medios
organizativos permanentes. Y la participación requiere tiempo,
planificación y esfuerzo. Por ello, a partir de la X Asamblea
Federal, IU contará con una Oficina de Participación, que será la
encargada de realizar, entre otras, las siguientes funciones:
- Estudiar y proponer reformas de los reglamentos de funcionamiento de plos órganos de dirección, para hacerlos más ágiles y participativos.
- Estudiar y proponer cambios en los procesos de decisión, como las Asambleas Federales, para ganar en participación.
- Estudiar y proponer la utilización de nuevas tecnologías para su uso en los órganos de dirección, así como para generar cauces de consulta y participación de la militancia, simpatizantes, etc.
- Proponer la normativa, velando por la máxima participación, de los procesos de decisión y consulta, tales como Primarias, Referendos, Consultas u otros similares.
- Realizar un estudio sobre la participación de las mujeres en Izquierda Unida y plantear propuestas de cambio en las formas organizativas para incrementarla y mejorarla.
- Estudiar, en el mismo sentido, la participación según criterios de edad, clase social, ocupación o cualquier otro que se pueda considerar relevante.
- Cualquier otra que le sea encargada por los órganos de dirección de IU.
III.4.
Un
movimiento político y social basado en la pluralidad
En
IU participan personas, colectivos y organizaciones políticas. La
afiliación y participación en el proyecto es individual, y por ello
durante mucho tiempo hemos puesto el esfuerzo en garantizar la
igualdad de la afiliación, independientemente de su origen,
individual y personal, de la militancia partidaria o la pertenencia a
corrientes de opinión.
La
implantación de la U.A.R. contribuye de manera decisiva a superar
algunos problemas procedentes de la pluralidad de origen de nuestra
organización. En estos 26 años hemos sufrido cambios de mucha
importancia, ha entrado y ha salido mucha gente de nuestra
organización. Hemos pasado de una organización formada
fundamentalmente por partidos o colectivos, a ser mayoría las
personas que solamente están afiliadas a IU.
Armonizar
esta diversidad organizativa ha sido una de las mayores dificultades
en el desarrollo organizativo del proyecto y el origen o la
consecuencia de muchos de sus conflictos.
Es
necesario crear una nueva cultura de mayorías que sepan integrar y
minorías que sepan aceptar su papel. Para ello, es indispensable que
prime el debate político y el trabajo concreto. La crisis ha puesto
de manifiesto que diferencias políticas que parecían estar a punto
de quebrar la organización se convierten en menores cuando la
situación exige altura de miras. Hoy, las diferencias en el discurso
de los territorios y sensibilidades de IU son prácticamente de
matiz. Y sobre el trabajo concreto, en la movilización, en lo
institucional, en el activismo, las diferencias se desvanecen casi
por completo.
Es
el momento de dejar atrás una cultura de ensimismamiento e
interiorización. En la medida en que nuestros debates y nuestra
actividad sean hacia fuera, las diferencias, incluso con alguna gente
que ya no está, se harán salvables. Y el momento que vivimos no nos
permite que cometamos errores a este respecto.
III.5.
Una
organización federal de soberanía compartida
A
lo largo de la historia de Izquierda Unida ha existido una permanente
tensión en el ejercicio de la federalidad, con tendencias
centrípetas y centrífugas. Sin duda, ejercer la soberanía de
manera compartida es un reto, ya hablemos de un Estado o de una
organización de cualquier tipo.
En
lo relativo al modelo organizativo, tradicionalmente se ha conjugado
en los órganos de dirección federales la representación política
del conjunto de la afiliación con la representación territorial de
las federaciones y organizaciones. Así, una parte de los miembros
del Consejo Político Federal es elegida directamente por la Asamblea
Federal, mientras que otra ha venido siendo elegida por las
federaciones. Este modelo organizativo se vio modificado
recientemente, al crearse el nuevo órgano del Consejo de
Coordinadores, como un órgano exclusivo de representación
territorial.
Esa
separación entre órganos de representación política y de
representación territorial es la que habitualmente adoptan los
Estados federales mediante su cámara alta y su cámara baja. Vistas
las frecuentes tensiones entre el ejercicio de autonomía de las
federaciones y la coherencia del proyecto federal, parece necesario
seguir explorando esa vía para contar con un marco estable donde
discutir aquellos temas que no corresponden al ámbito federal, sino
autonómico, pero que tienen relevancia estatal. Por ello, a partir
de la X Asamblea Federal, el Consejo de Coordinadores pasará a ser
el Consejo de Federaciones, órgano de representación de las mismas.
III.6.
La
paridad en IU. Un objetivo político prioritario
Desde
lo que significa este enunciado, se trata de dar los pasos necesarios
y posibles para que la paridad sea una realidad en todos los procesos
electivos, y por tanto que la plena igualdad de hombres y mujeres se
concrete en la conformación de listas cremallera, tanto en lo
orgánico como en las listas electorales. Esto solo se garantizará
rechazando toda lista que no cumpla este principio.
Así
debe ocurrir en todos los órganos electivos de competencia federal y
en todas las listas de las Federaciones para conformar los órganos
Federales, en la que no hay instrumentos federales para garantizar el
resultado final. La X Asamblea debe establecer mecanismos
estatutarios que hagan realidad esta voluntad política. documento
político.
Pero
para que la presencia de mujeres en la dirigencia de IU sea una
consecuencia natural debemos hacer un serio esfuerzo para garantizar
que se remuevan todos los obstáculos para incrementar la afiliación
en IU, y su participación en todas las actividades de la
organización. Valga como ejemplo de esta afirmación constatar que
la distribución por sexos de la afiliación a IU, está hoy más
lejos del peso femenino en el conjunto de la sociedad. Analizar sus
causas y ponerle remedio será una prioridad política de esta X
Asamblea. Por ello, se realizará un Plan de Participación
Igualitaria que, partiendo de un diagnóstico de la participación
femenina en IU en todos los ámbitos (militancia, presencia en
órganos de dirección, cargos públicos, etc.), proponga soluciones
concretas de obligado cumplimiento. Un proyecto emancipador requiere
de la incorporación masiva de mujeres a IU.
Necesitamos
y la sociedad necesita:
- Una organización que integre la igualdad de las mujeres como elemento central de su política y de su discurso.
- Una organización que asimile el feminismo como elemento definitorio y como práctica política y organizativa distintiva de su día a día.
- Una organización que deconstruya los pilares patriarcales de la sociedad.
- Una organización que trabaje con mujeres y hombres en pie de igualdad para transformar nuestra sociedad.
- Una organización que visibilice a las mujeres y que las incorpore a todos sus ámbitos de representación.
- Una organización que sea referente político de la teoría feminista en nuestro Estado.
- Una organización que converja con las mujeres, con las organizaciones y el movimiento feminista.
- Una organización que trabaje para transformar la vida de las mujeres, haciéndolas ciudadanas de primera, en igualdad y sin violencia género.
- Una organización cuyo discurso sea siempre incluyente para las mujeres.
- Una organización que situé las reivindicaciones y exigencias de igualdad de las mujeres como elemento central de su discurso.
- Una organización donde las feministas no adscritas se puedan sentir representadas
- Una organización donde las feministas de IU se sientan integradas
- Una organización que sea ejemplo de coherencia y práctica feminista.
- Una organización que sea, política y orgánicamente, también violeta.
III.6.1.
Refundar IU desde una mirada feminista
Esta
asamblea de IU es el momento idóneo para reflexionar entorno al
devenir más inmediato y como éste debe contar con las mujeres y
hombres feministas para volver a ser una fuerza política
alternativa, donde las mujeres encuentren su espacio para la
militancia y la participación.
Muchas
mujeres feministas de IU, han decidido conscientemente militar en
esta Organización, porque defendemos a ultranza que sólo desde una
organización como la nuestra, roja verde y violeta, todas las
personas pueden encontrar la respuesta política sobre qué hacer y
cómo hacerlo, para que otro mundo infinitamente mejor, sea posible.
La
paridad, la transversalidad, la globalización de los derechos, la
justicia social... no son frases hechas que hayamos incorporado en
nuestro programa. Con ellas nos adherimos a la izquierda
transformadora y ésta, sin el feminismo, estaría huérfana de
contenido, porque habríamos dejado a la mitad de la humanidad sin
referencia política.
Por
eso debemos retomar anteriores claves diferenciadoras. Nuestros
postulados políticos y organizativos deben volver a situar al
feminismo como elemento fundamental y esencial. Porque si en
momentos de retroceso son los colectivos más desfavorecidos los que
se llevan la peor parte, en momentos de involución, la mitad de la
humanidad, las mujeres, es nuevamente estafada, engañada,
defraudada, y, por ende, discriminada y explotada.
III.7.
El
fortalecimiento de las Asambleas de Base. El Entorno Social y
Político.
Disputar
la hegemonía social al neoliberalismo sólo es posible si se realiza
desde la raíz misma y la base de la sociedad, y eso solo será
posible si tenemos unas organizaciones activas en cada una de las
localidades, conectadas con los sectores profesionales, centros de
estudio y de trabajo, para comunicar, movilizar, elaborar, y defender
la idea de que hay alternativa y que es posible y realizable otras
políticas.
Este
trabajo requiere organizaciones implicadas plenamente con su entorno
social y político, con relaciones habituales con toda la sociedad
articulada y con presencia pública y directa para relacionarnos con
el entorno.
Las
Asambleas de base deben ser el ámbito natural de participación de
la afiliación, así como de cualquier persona interesada en
participar con IU. Para ello, deben mantener una periodicidad alta de
reuniones, en las que se distribuya trabajo, se generen debates sobre
las materias de su competencia y se rindan cuentas. Es fundamental
que, en aquellas localidades en las que tengamos representación, las
Asambleas locales debatan sobra la actividad institucional, propongan
iniciativas y apoyen el trabajo de nuestros cargos públicos.
Cualquier persona que asista a ellas debe poder recibir información,
mostrar su opinión y decidir sobre las cuestiones fundamentales de
la actividad política e institucional de IU.
Además,
las Asambleas de Base deben canalizar la participación de IU en
plataformas y la relación en plano de igualdad con los movimientos
sociales. Y tienen la posibilidad de colaborar en la tarea
fundamental de impulsar o apoyar iniciativas ciudadanas de economía
social y alternativa, de espacios culturales alternativos, proyectos
autogestionados y cualquier otro tipo de proyectos que contribuyan a
generar un tejido social crítico con bases sólidas.
III.8.
Una
comunicación para la hegemonía de la izquierda
Izquierda
Unida es un movimiento político y social, por naturaleza
heterogéneo, que tiene como principal capital a sus militantes,
afiliados o afiliadas y simpatizantes, que se vertebran en torno al
programa y el discurso político.
La
política de comunicación de IU, que aquí se perfila, debe ser
estratégica y un vehículo de democratización y transparencia,
sobre la base de los principios de Democracia Participativa.
Cobra
por tanto un valor principal la política comunicativa de una
organización como IU, que se define como plural y participativa, así
como la existencia de canales de comunicación efectivos que
vehiculen, mediante instrumentos útiles y ágiles, la participación
de la afiliación, militantes y simpatizantes en la vida cotidiana de
la organización, en sus debates y posicionamientos políticos y en
el efectivo cumplimiento de sus acuerdos.
Para
lograr una hegemonía cultural y social, para dirigir nuestros
discursos, argumentarios e informaciones, no podemos dejar que sean
las empresas privadas de comunicación quienes lo hagan. Es la hora
de establecer canales propios de comunicación interna y externa que
nos permitan establecer una comunicación lo más directa posible con
la gente.
En
este contexto se hace imprescindible fortalecer la comunicación
política, sobre los parámetros de información, elaboración y
comunicación, fortalecer las estructuras de la comunicación,
perfilar la estructura metodológica, los perfiles y las tareas y
todo ello ya con la plena incorporación de las TICs (Tecnologías de
la Información y la Comunicación), con dos objetivos: que las TICs
estén en el centro mismo de la acción política de Izquierda Unida
y, que la estrategia de comunicación de las TICs no supongan
acciones aisladas sino formen parte de una estrategia global.
De
otra parte, necesitamos una comunicación política única y diversa,
que se adecue a los diferentes espacios de trabajo, que aúne la
acción política de la organización, ya sea para espacios
institucionales o sociales.
La
información desde la elaboración política y la comunicación: Es
imprescindible que la acción política de las estructuras de la
organización sea conocida (información) por todas las estructuras
de la organización. Esa información, debe ser elaborada
(argumentarios) por la propia organización, sobre nuestros objetivos
estratégicos y marcos político. Esos argumentarios deben ser
enviados por nuestros medios propios y deben ser conocidos por toda
la organización (Comunicación Interna) y deben ser “vendidos” a
los medios de comunicación (Comunicación Externa).
¿Qué
comunicación?
- Planificación del discurso, herramientas para el conjunto de la organización, planificación de la comunicación. Una comunicación para el conjunto de la organización.
- Una comunicación política para combatir, en todos los terrenos, el bloqueo informativo de las grandes empresas de comunicación. Una comunicación ágil en lo interno, útil y dinámica.
- Un lenguaje para la mayoría. Debemos ser capaces de adecuar a la realidad española del siglo XXI nuestras ideas, nuestras palabras, los conceptos con las que la izquierda ha explicado su mensaje y se ha dirigido a la clase trabajadora. Una estrategia discursiva propia, que conecte y traduzca políticamente la frustración e indignación, al servicio de la conquista de la hegemonía cultural.
- En concreto, es imprescindible abordar la formación continuada en comunicación y comunicación política, de los miembros de Izquierda Unida para fortalecer el discurso y las técnicas para la comunicación.
- Una comunicación política unitaria, que desde el respeto la pluralidad, refuerce el discurso unitario. Una comunicación política que no provoque disfunciones hacia al
- exterior.
- La apuesta por extender nuestra presencia con medios propios y de la convergencia social y política, digitales o no, gratuitos y de gran alcance.
- Que sea reflejo de la organización, y por tanto, feminizada y joven.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar :)