viernes, 23 de noviembre de 2012

10 mensajes que la X Asamblea de IU debe lanzar a la sociedad



Nota introductoria: Las personas firmantes de este documento redactamos diversas enmiendas a los documentos de la X Asamblea que han tenido muy buena acogida en diversas asambleas territoriales. Ello nos hace estar esperanzados sobre su posible incorporación a los textos finales.

Dado que el  formato de enmienda es en sí mismo farragoso y que las  ideas fuerza que animaban nuestras enmiendas se encontraban dispersas en diversos documentos, nos ha parecido necesario hacer una breve síntesis de todo ello no ya como aportación formal al debate asambleario sino como elemento de clarificación y enriquecimiento del debate. De ahí han surgido estos 


10 mensajes que la X Asamblea de IU debe lanzar a la sociedad

1.- “Estamos a la altura de las circunstancias”
La gravedad de la situación social y la dimensión del reto de la crisis política del bipartidismo obligan a que esta no sea una Asamblea más de IU. No puede ser que la conformación de candidaturas para la nueva dirección o las diferencias entre sectores copen, una vez más, los titulares. No se trata de hacer poses de unidad de cara a la galería, ni de hacer tabula rasa con las legítimas diferencias u olvidar los errores propios y ajenos. Es cuestión de mantener una actitud integradora y leal, para que IU se vuelque hacia fuera y no pierda un minuto en cerrarse sobre sí misma.

2.- “Los buenos resultados obtenidos y las aún mejores expectativas no nos bastan”
El momento para IU es dulce: ha recuperado mucha presencia institucional y todas las encuestas auguran que la tendencia irá en aumento. Pero no estamos ante un momento cualquiera: el tiempo histórico ha cambiado, se ha acelerado. El bipartidismo se erosiona y la alternancia entre PP y PSOE parece agotarse. Pero la desafección con respecto a los dos grandes partidos no termina de canalizarse en torno a ninguna fuerza que se pueda erigir como alternativa. Que IU vuelva a los resultados de los años noventa es una buena noticia, pero es insuficiente para propiciar un cambio útil para la sociedad.

3.- “Vamos a dar un salto cualitativo en la convergencia social y política”
Mucho ha cambiado la situación desde la llamada en 2008 a la Refundación de la Izquierda. La actitud de apertura que IU asumió desde entonces ha dado resultados concretos (sobre todo en alianzas electorales en algunos territorios), y permitió converger de manera más natural con la movilización de la calle. El momento histórico y el clima social exigen sin embargo, algo más que la suma electoral de diversas izquierdas. Es necesario construir un nuevo instrumento social y político que aglutine una mayoría social y suponga un verdadero desafío al régimen neoliberal bipartidista. IU, por su peso y su bagaje, debe ser parte fundamental de ese nuevo proyecto, pero debe actuar con generosidad y sin voluntad de tutelarlo para conseguir la mayor suma.

4.- “Hacemos una apuesta concreta: la Alianza Social Europea”
No dejemos en el aire en qué se concreta ese nuevo instrumento social y político del que hablamos en los documentos. La primera parada electoral en este proceso debe ser una candidatura potente a las europeas en torno a puntos como la exigencia de auditoría de la deuda, el rechazo del pago de la deuda ilegítima, la conversión del BCE en una verdadera Reserva Federal, una política monetaria al servicio del crecimiento, el control democrático de las instituciones europeas y la apertura de un proceso constituyente para Europa, con la aspiración de ampliar esta alianza al conjunto del continente. Ofrezcamos ya a fuerzas políticas, organizaciones, movimientos y personas la posibilidad de elaborar conjuntamente esa candidatura y ese programa, de la forma más abierta posible, y diseñemos de mutuo acuerdo el proceso.

5.- “Vamos a empezar a construir ahora la sociedad del mañana”
No podemos confiar todo a una eventual victoria electoral. Hay situaciones a las que dar respuesta aquí y ahora y una verdadera transformación de la sociedad necesita del concurso de alternativas desde lo social. Por ello, IU y el resto de actores con los que converjan deben involucrarse en construir desde lo local iniciativas que permitan producir, trabajar, consumir y relacionarse de forma alternativa. Y debe organizarse para dar respuesta a inmediata y efectiva para garantizar el efectivo disfrute de derechos sociales básicos en peligro. Es una apuesta estratégica para alumbrar la sociedad que queremos construir.

6.- “Vamos a poner las instituciones al servicio de la gente”
Hoy más que nunca está claro el papel decisivo de la lucha social para hacer frente al desmantelamiento del Estado del Bienestar. Pero también hoy más que nunca la ciudadanía necesita una izquierda alternativa ambiciosa, que tenga como un objetivo claro romper el inmovilismo bipartidista y plantarle cara a la Troika desde las instituciones del Estado. La cuestión central no es un debate abstracto sobre la salida o no del euro: la cuestión central es conseguir un apoyo mayoritario de la ciudadanía para definir unas líneas rojas que en ningún caso vamos a estar dispuestos a traspasar ni por la estabilidad del euro, ni por los tratados de la UE ni por los dictados de la Troika.

Mientras esta nueva mayoría se configura en el Estado, IU, en el ámbito autonómico y local, debe tejer una alianza con la ciudadanía para ajustar la acción de los poderes públicos a las necesidades sociales y para sortear, por todos los medios posibles, las imposiciones legales del Estado y de Bruselas.

Por último, IU, en cada caso, ha de valorar cómo administra el depósito de confianza que le hayan dado los ciudadanos a través de las urnas. Pero en la administración de esta confianza, en la decisión de formar gobierno, articular una mayoría o formar parte de la oposición,  hoy, en el contexto de sufrimiento social exacerbado en el que nos encontramos, sólo hay un criterio aceptable: utilizar todo nuestro peso institucional para abrir el paso a nuevas políticas y minorar este sufrimiento. Las consideraciones partidistas, los juegos de estrategia, la política en minúscula, están - sobre todo en éstos momentos - totalmente fuera de lugar

7.-  “Vamos a abrir a la participación ciudadana nuestras principales decisiones”
Haremos un esfuerzo por abandonar las inercias partidistas habituales, desplazar la pugna mediático-institucional del eje de la acción política y situar en dicho eje una relación interactiva con la ciudadanía. La política debe ser un proceso en el que no nos limitemos exclusivamente a enunciar ideas y proyectos para recibir apoyo, sino que debe servir para construir y lograr objetivos concretos a corto, medio y largo plazo. Lo que IU hace, sobre todo en relación con las instituciones no nos preocupa y afecta solo a quienes pagamos las cuotas. Es hora de apostar por fórmulas como las primarias abiertas, los caucus, las asambleas ciudadanas periódicas o los referendos sobre decisiones de gran calado.

8.- “Nos vamos a exigir más en ética, transparencia y coherencia”
Si alguien dice que IU es como el resto de fuerzas políticas, miente. Si afirma que no tiene nada en lo que mejorar, se engaña. Estamos en las instituciones de otra manera y la gente debe saberlo: la transparencia nos ayudará a explicarlo y a afear la conducta de quienes no lo hagan. Y debemos generalizar la práctica que permita a IU y sus gentes vivir conforme a sus ideas: trabajar con software no propietario, contratar con quien produce de otra manera, llevar sus ahorros a otras finanzas. Por coherencia y por apuesta estratégica. 

9.-  “Vamos a ser más racionales, eficaces y flexibles”
Debemos ser capaces de dar respuestas más ágiles y aprovechar las aptitudes de nuestra gente. Debemos diferenciar entre organización y participación y jerarquías o formalismos injustificados que nos impiden actuar a la velocidad que los tiempos nos exigen.  Son necesarios órganos de coordinación más reducidos y en los que los debates se ordenen de una manera práctica, donde sea posible exponer todas las posiciones pero imprescindible obtener conclusiones de síntesis. Aprovechar las posibilidades de las nuevas tecnologías para agilizar las decisiones del día a día y a la vez hacerlas participativas. Generar redes que fomenten el intercambio de información y experiencias entre gente con similares aptitudes o necesidades. Adaptarnos, por tanto, a las nuevas formas de activismo y participación.

10.- “Vamos a feminizar la esfera pública”
IU tiene en su debe no haber avanzado lo suficiente en igualdad, a pesar de ser una organización pionera en el feminismo. Damos un paso más allá de lo que hemos conseguido por ley, exigiéndonos absoluta paridad y abriendo la reflexión sobre la participación, más allá de las cuotas. Porque para construir la sociedad del mañana no podemos funcionar como ayer.

        Eberhard Grosske                      Juan Peña                  Tania Sánchez


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