miércoles, 28 de noviembre de 2012

Íñigo Errejón: Una primera lectura del 25N (desde Madrid)

Tras publicar el lunes un primer comentario sobre las elecciones catalanas, mi intención era haber entrado en otras reflexiones al respecto. Reconozco que escribí y borré una decena de veces hasta desistir. Afortunadamente, ha llegado una mente joven y brillante como la de Íñigo Errejón para incidir con acierto en algunas de las ideas que yo solamente barruntaba. Las expone en Diagonal bajo el título de "Una primera lectura del 25N (desde Madrid)".

En primer lugar, sobre el fenómeno del soberanismo y la visión reduccionista que en ocasiones hemos dado desde la izquierda, como una operación para tapar los recortes sociales comenta lo siguiente:

"El proceso político abierto en Catalunya, constituyente en un sentido, y el decantamiento de una mayoría en favor de la activación del derecho a la autodeterminación no puede ser, ni por su genealogía ni por sus dimensiones o heterogeneidad, obra de ningún “empresario político” ávido de exaltar sentimientos primarios en las masas para conservar el poder. Esta estrategia puede darse, pero es subalterna de un fenómeno político más grande y de más largo recorrido, que supera los intentos de monopolizarlo electoralmente. Por si acaso, la atribución de un contenido intrínsecamente conservador a todo nacionalismo/independentismo –o politización de un sentimiento de pertenencia nacional– es empíricamente insostenible con una rápida mirada histórica y geográfica. Es además políticamente estéril, pues no comprende la contingencia que preside la construcción de identidades políticas, y olvida hasta qué punto las identidades nacionales son susceptibles de articularse con las más diversas ideologías".

En segundo lugar, sobre el fenómeno de las CUP y la duda que me planteaba el otro día. ¿En qué medida han logrado éxito por el dicurso independentista al calor de la ola soberanista? ¿En qué grado han conectado con sectores abstencionistas por un discurso de izquierdas más rupturista? ¿Qué importancia ha tenido su conexión con la movilización social y su práctica organizativa?

"La peculiar fórmula política de la CUP ha conjugado con inteligencia el músculo organizativo y la subjetividad de la izquierda independentista, condiciones necesarias pero no suficientes, con articulaciones con el variado tejido social contestatario y la adopción del lenguaje político y la centralidad de la aspiración de regeneración democrática fraguados en el 15M y las posteriores movilizaciones contra la crisis y destituyentes. No obstante, pensar esta fórmula en otros lugares de la península sacando de “la ecuación CUP” el factor de la identidad popular catalana y las posibilidades que ofrece para articulaciones amplias que trasciendan los círculos militantes; así como el de las ventanas de oportunidad específicas del más plural escenario catalán, es hacerse trampas al solitario: no hay traducción inmediata. Significativamente, las iniciativas políticas rupturistas gozan de mejor salud allí donde se desarrollan al calor de identidades colectivas territorializadas y relativamente comunitarias".

Por último, vincula el resultado a la crisis política a nivel estatal y habla de una doble fractura, la del modelo territorial y la del pacto social por la ofensiva oligárquica de las políticas de austeridad.

"Las dos fracturas, pero especialmente la nacional, han marcado estas elecciones, desgastando a los principales partidos del sistema y dibujando un escenario político más rico, más complejo y más conflictivo, en el límite del orden político de la Transición. Es bastante probable que el Govern que salga de estas elecciones no termine la legislatura, por sus dificultades para procesar al mismo tiempo el avance soberanista y la conflictividad social frente a la espiral deuda-recortes. En ese sentido, el proceso político catalán es indisociable de la crisis política del Estado español".

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