jueves, 22 de noviembre de 2012

Syriza o lo impredecible de la política

La Vanguardia recoge hoy una entrevista a Alexis Tsipras, cabeza visible de la coalición Syriza, que acude hoy a Barcelona a apoyar la candidatura de ICV-EUiA. Dice muchas cosas interesantes, pero alguna lo es especialmente para las reflexiones propias de la izquierda, ahora que todas las fuerzas de ese ámbito quieren ser Syriza o intentan identificarse con esa marca.

Asegura que en nuestro país se está aplicando una terapia de shock copiada del modelo griego y que eso le pasará factura a los partidos que la han aplicado, tanto PP como PSOE. Ante ello, el periodista le comenta que España no se ha visto surgir ningún nuevo partido como Syriza, ante lo que Tsipras responde lo siguiente:  
"Hace un año nadie pensaba en Grecia que Syriza tendría el momentum que tiene. Durante 38 años la izquierda en Grecia se había limitado a pedir un voto de protesta. Ahora pedimos un voto para gobernar. Descubrimos que el dilema central para la sociedad griega es el memorándum (el llamado rescate de la troika: UE, BCE y FMI). Así que somos como un surfista navegando sobre la ola. Izquierda Unida puede hacer lo mismo en España".
Ante estas declaraciones, habrá simpatizantes de Izquierda Unida que comiencen a brindar por champán porque seremos la próxima Syriza. La cosa no es tan sencilla, porque para "surfear la ola" como dice Tsipras, hace falta ser consciente de que está viniendo, cómo va a ser de grande y qué posición hay que adoptar para mantenerse en pie sobre la tabla. Si no, lo más probable es acabar con un buen revolcón, agua en la nariz y arena en el bañador.

Sin embargo, es importante saber que Syriza y su principal partido impulsor, Synaspismós, desde inicios de los 90 hasta 2009 oscilaron entre el 3 y el 5% de apoyo. Unos pobres resultados a los que IU solo se acercó en su peor momento, en las elecciones de 2004 y 2008.

Pero acerquémonos un poco más a las elecciones de Mayo y Junio de 2012, en las que Syriza dio la sorpresa. Cinco meses antes de las primeras, muchas encuestas aún no recogían ese auge: de hecho, la noticia era el sorprendente aumento de abstencionistas declarados y el desencanto con Nea Demokratia y el PASOK, los dos grandes partidos. Un fenómeno similar al que se está percibiendo en la abstención o voto en blanco previamente declarado en nuestro país. De hecho, también en Noviembre se publicaban encuestas en las que se estimaba que Syriza obtendría el 7,6% de los votos (poco más de lo que obtuvo IU en 2011), y ni siquiera era la primera fuerza a la izquierda del PASOK, puesto que el KKE (partido comunista, de línea "ortodoxa") le sacaba dos puntos. Lo cual era lógico, puesto que siempre había sido la primera fuerza de la izquierda.

De hecho, en Enero de 2012, Panaiota Maniou estuvo en la Escuela de Formación de IU como representante de Syriza y entonces comentaba que empezaba a verse como una posibilidad que pudieran formar parte de un Gobierno, ante el descalabro del PASOK. Las encuestas seguían mejorando pero aún seguía estando a merced de un complicado acuerdo entre KKE, Syriza y DimAr, otra fuerza de izquierda moderada. Entre los tres sumaban un 37% del voto, muy repartido. En ningún caso preveía un escenario en el que Syriza fuera claramente la fuerza destacada dentro de la izquierda.

Y, sin embargo, llegó el 6 de Mayo y Syriza sumó más que KKE y DimAr juntas, y estuvo al borde de convertirse en primera fuerza ante el descalabro del PASOK y Nea Demokratia. Merece la pena echarle un vistazo a las encuestas publicadas hasta ese momento. Como se puede ver, salvo algunas excepciones, prácticamente ninguna se acercó al resultado final obtenido por Tsipras: hasta abril, la mayoría de ellas pronosticaban resultados muy similares o inferiores a los que le otorgan a IU los estudios más recientes. Igualmente, el declive de Nea Demokratia no se percibió en toda su crudeza hasta uno o dos meses antes y aún así quedó por debajo de las encuestas más pesimistas. El caso del PASOK parecía más claro, pero solo 8 meses antes estaba entre el 25 y el 30% de los votos, muy lejos del 13% final.

¿Qué ocurrió al situarse Syriza oficialmente como segunda fuerza política? Que la proyección de Syriza se multiplicó. Tengamos en cuenta que hablamos de dos citas electorales con menos de mes y medio de diferencia y en apenas cuatro días las encuestas se dispararon hasta el 27% que finalmente obtendría. El voto se concentró mucho más en dos fuerzas políticas, frente a la enorme dispersión de mayo y KKE y DimAr se veían muy lejos de la igualdad que las encuestas pronosticaban menos de medio año atrás, mientras Syriza doblaba aquellas estimaciones y el PASOK se hundía definitivamente.

¿Qué conclusiones podemos sacar de todo esto? Deben ser muy prudentes. En primer lugar, que el derrumbe de un sistema bipartidista en Europa es posible. En segundo lugar, que cuando se produce, los tiempos avanzan a una velocidad inusitada. En tercer lugar, que el beneficiario de ese derrumbe no tiene por qué ser aquel que tenía más papeletas a primera vista (que le pregunten al KKE y su 4,5%). En cuarto lugar, que en el momento en el que el bipartidismo cae del todo y alguna fuerza se cuela por delante de alguna de las tradicionales, el techo que antes parecía tener desaparece y amplios sectores de la población buscan en ella una alternativa.

Pero hay otras conclusiones que deben sacarse de un análisis más complejo, antes de dar por hecho que las similitudes con Grecia se pueden trasladar al terreno político español. Porque no hemos hablado aquí del papel de los sindicatos y movimientos sociales griegos, ni de la sucesión de huelgas generales y otras protestas. O de qué hizo Syriza para conectar con toda esa gente y qué hicieron mal otras fuerzas políticas de la izquierda. Quien piense que la crisis, sin más, catapultará a IU o a cualquier otra fuerza de izquierda como a Syriza se equivoca de medio a medio. Es bueno saber que es posible. Pero es imprescindible trabajar para que así sea.

PD: Por cierto, que antes de adoptar ese look elegante con americana a lo Alberto Garzón, el bueno de Tsipras fue melenudo y también rockabilly con tupé :)

4 comentarios:

  1. Interesante reflexión, pero echo de menos la llamada a ciertos cambios internos, de actitud de IU, de parte de su militancia y de buena parte de su dirigencia hacia el sistema constitucional de 1978 y hacia las posibilidades de actuar dentro de él. Cosas interesantes que sugería -pero que no decía claramente tampoco- doña Tania en el video de su intervención ante la asamblea que tanto circuló ayer.

    Don Juan, yo creo que, al margen de militancias europeas, hay algo que separa, y mucho a IU de Sriza: me refiero a la voluntad expresa y creíble de esta última de no colaborar de ninguna manera con los partidos que han pactado el memorándum y que, de una u otra forma ejecutan los recortes. Una voluntad que les ha colocado, de hecho, fuera del sistema, porque, aunque no lo digan expresamente, su programa solo se puede aplicar tras un cambio de tal calibre que cambiaría de hecho el régimen político para hacerlo posible. En España, IU colabora abiertamente con los partidos del memorándum, como se puede comprobar en Andalucía, donde forma parte, junto con el PsOE del gobierno, y en Extremadura, donde no aclara sus relaciones con el PP.

    Que siga siendo dirigente de IU y representante institucional suyo alguien como Ángel Pérez, que apoyó la represión del 15m, es tan insignificante como simbólico de lo que le digo.

    Pónganse fuera, como hizo Syriza, si quieren ganar credibilidad en esta situación, y cuidado, que el PSOE está intentándo darles el cambiazo, y aquí no está tan manchado como el PASOK.

    ResponderEliminar
  2. Pues yo también tengo un pasado rocker ¿me convierte eso en candidato a Tsipras ibérico?

    ResponderEliminar
  3. Muy buenas, comentaristas :)

    Julián, yo desde luego no descartaría nada. No hagas planes, por si acaso XD

    Don Ricardo: con respecto al sistema constitucional estoy más o menos de acuerdo con usted. Ese es un debate que se está produciendo con intensidad y en el que mucha gente, quizá por mera cuestión generacional y de propio pasado, es reticente a abordar de frente. Creo que hay maneras de revisitar la propia historia, entender por qué en un momento se pudo optar por el pactismo (entender sin necesidad de compartir o no) y entender por qué a día de hoy no hay lugar, como decía Tania "para pactos de la Moncloa ni consensos constitucionales". Pero este debate, ya le digo, está en los papeles de la Asamblea de IU.

    Por otra parte, es cierto que hay una diferencia con Syriza en la claridad en la política de alianzas. Lo que no tengo claro (por desconocimiento) es si esa ruptura con el PASOK y cía. es propia o viene de la otra parte. Por explicarme: pasa con Die Linke en Alemania, donde el SPD y en muchos casos también Die Grünen (los verdes) se niegan a formar gobiernos de coalición con Lafontaine y compañía. Y en Grecia, por ejemplo, no solo el PASOK, sino incluso DIMAR hicieron campaña sobre la base de no pactar con Syriza.

    Pero en ambos casos hay una diferencia fundamental: los socialdemócratas habían abierto hace tiempo la puerta a gobiernos de concentración con la derecha. En Grecia, cuando se produce el ascenso de Syriza es en un contexto de descomposición de un PASOK con mayoría absoluta que acaba teniendo que echar mano de ND para mantener la mayoría parlamentaria por fuga de escaños. Eso es algo que aquí no hemos visto y dudo que veamos. Y en todo momento, quizá por su propio sistema electoral, la campaña se interpretaba en términos de si ND y PASOK, como bloque, conseguían o no mayoría. En ese contexto, situarse fuera es sencillo, no es una opción.

    En Alemania, igualmente, el SPD desde Schröeder ha sido favorable a entenderse antes con CDU o FDP antes que con Die Linke (salvo alguna excepción regional). El gobierno de concentración, sin estar en situación dramática es algo que siempre está entre las posibilidades reales, mientras que aquí solo se contempla como un rumor cuando la prima de riesgo se dispara. Y además, al SPD, como al PSF, se les desgajó una parte importante del ala izquierda.

    Por tanto, tenemos factores bien diferentes que aquí no sé si llegaremos a ver: una clara connivencia entre socialdemocracia y derecha pura que va más allá de coincidencias en las medidas, y erosión de los partidos socialdemócratas, no solo electoral sino orgánica.

    A pesar de todo ello, coincido con usted en que es necesario un cambio de paradigma, porque en buena parte IU sigue operando dentro de las claves del consenso constitucional del 78. Pero creo que ese cambio se está produciendo y que se precipitará, como se precipitó en Grecia, si no estamos a por uvas. Y si somos capaces de entendernos con más sectores de la izquierda y estos tampoco se cierran en banda a entenderse con IU.

    Gracias a ambos por estrenarme el blog :)


    ResponderEliminar
  4. Más de acuerdo no puedo estar, en especial con "Quien piense que la crisis, sin más, catapultará a IU o a cualquier otra fuerza de izquierda como a Syriza se equivoca de medio a medio. Es bueno saber que es posible. Pero es imprescindible trabajar para que así sea". Gracias por estas reflexiones.

    ResponderEliminar

Gracias por comentar :)