domingo, 14 de octubre de 2012

Adaptar al nuevo tiempo nuestra organización

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Esta es una enmienda redactada entre Tania Sánchez, Eberhard Grosske y Juan Peña a una la tercera tesis del documento politico-organizativo de IU para su X Asamblea. Intenta aprovechar buena parte del documento original, pero le da un nuevo enfoque y aporta algunas cosas nuevas.

Izquierda Unida ha de reconocer que, a partir de la larga etapa que va desde la III Asamblea Federal a hoy, hemos ido construyendo de hecho, en lo organizativo, un partido político mucho más que el movimiento político y social que decimos ser. Un partido o formación política que, además, ha vivido con tensiones su carácter federal: a veces ha caído en incoherencias que van más allá de las diferencias lógicas por la soberanía compartida, y otras veces, por el contrario, ha pecado de centralismo en busca de un discurso y una práctica más homogénea.

IU es hoy, también, una formación donde el panorama general es el de la insuficiente participación de la militancia, el debate interiorizado y en algunas ocasiones – afortunadamente cada vez menos-, el conflicto interno. La situación actual de muchas organizaciones de base no genera el mejor ambiente para invitar a participar en ellas a personas con inquietudes y que podrían acercarse a nosotros y nosotras. Las razones tienen que ver con lo que hemos reseñado, pero también con el tipo de agenda política que normalmente ocupa a nuestras organizaciones, el descrédito de las organizaciones políticas que también nos afecta, etc.

Nuestra situación organizativa, nuestro modelo, no fue la razón fundamental, pero si una importante, que nos llevó a proponer en la IX Asamblea Federal de Izquierda Unida su Refundación en base a una IU anticapitalista, federal y republicana organizada como Movimiento Político y Social como eje para una nueva convergencia política y social. Hoy, además, están presentes nuevos factores que nos animan a plantearnos con mayor intensidad cambios en nuestras formas organizativas. Si antes el impulso procedía de nuestra propia autocrítica y conciencia democrática, hoy además debemos responder a la demanda ciudadana que exige a las organizaciones políticas más apertura, flexibilidad, democracia interna, ética y transparencia.

En paralelo a la definición de IU como una organización útil para la movilización y para la mayoría social debemos añadir además el diseño y la práctica de un trabajo institucional alternativo, cuyo objetivo fundamental sea aprovechar las instituciones realmente existentes para propiciar los cambios estructurales en la sociedad, que consideramos necesarios como fuerza política.

Y, finalmente, somos conscientes que la feminista, es una revolución pendiente la sociedad y en nuestra organización. Debemos comprometernos con ella y eso significa cambiar nosotros y nosotras para que en nuestra organización el feminismo y las mujeres sean prioritarios. Sabemos que la afiliación de mujeres a IU es menor que la de los hombres (ocurre en todas las organizaciones políticas y sindicales) pero entendemos que eso no puede ser un obstáculo, sino que debe impulsarnos a ampliar esa militancia de mujeres y a hacerlas más visibles dentro de la organización. Nos comprometemos con la paridad en todos los órganos de dirección e, inexcusablemente, en las listas electorales de forma que el resultado sea una representación paritaria en las instituciones en las que estemos.

Las cuotas son necesarias, pero insuficientes. Impulsar políticas feministas, visualizar a las mujeres de la organización, cambiar formas de organización para favorecer la participación femenina e incluso nuestras formas de debatir, son los cambios necesarios para que IU sea un espacio en el que las mujeres se sientan cómodas militando y luchando por los derechos de todos y todas.

Así pues se trata de proponernos una verdadera Revolución interna de Izquierda Unida que cambie esencialmente lo que hemos sido hasta ahora en lo organizativo. Y ello porque el instrumento debe adaptarse a la situación actual, que hoy es bien distinta de la de hace, tan solo, 4 años. Se trata de debatir en profundidad cómo cambiamos y qué es necesario cambiar en nosotros y nosotras para ser útiles a la izquierda alternativa, para pasar de ser una formación minoritaria a converger en un proyecto de mayoría social. Ni más ni menos.

Una organización para operar en política en un nuevo siglo que ya no es el XX, con lo que implica; para sumarse y dar forma a la rebeldía democrática de millones; dispuesta a disputar la hegemonía social al neoliberalismo, converger en torno a un programa y un discurso de mayorías; que rompa los corsés de la política representativa y construya una nueva cultura de la participación; que profundice al máximo en la democracia interna, pero más aún en su relación con la sociedad; feminista y feminizada; más joven; que sea instrumento útil para intervenir en política; que cambie en métodos de trabajo y flexibilice sus estructuras organizativas; que facilite la participación individual y sectorial .etc.

Es por eso que sometemos a consideración de ésta X Asamblea diversas propuestas y líneas de trabajo.

III.1.
Una organización en red, flexible y abierta

La situación del país cambia por momentos. Los recortes y agresiones exigen respuestas inmediatas, la ciudadanía se suma a movilizaciones con escaso margen de convocatoria, en ocasiones incluso las redes sociales marcan la agenda. En muchas ocasiones, es frustrante comprobar cómo los tiempos de reacción de nuestra organización son más lentos de lo que desearíamos y de lo que la situación nos exige.

Es necesario buscar fórmulas que permitan flexibilizar el funcionamiento de nuestra organización, que permita reaccionar con rapidez al conjunto de la organización, más allá de declaraciones públicas, en torno a campañas, iniciativas o movilizaciones. Ello no puede ser una excusa para obviar los procesos democráticos en la toma de decisiones, pero hay una serie de medidas que pueden facilitar un funcionamiento más eficaz de los órganos, una mejor circulación de la comunicación, y un mejor aprovechamiento de las aptitudes y recursos con los que contamos en la organización.

Al mismo tiempo, necesitamos una organización cuyos límites sean porosos, que permita fácilmente incorporarse, ya sea de manera estable o puntual, a personas que quieran acercarse, sin ofrecerles como única alternativa la afiliación. Habitualmente, un buen trabajo en este sentido acaba dando como resultado, precisamente, un incremento de afiliación en la medida en que facilitamos la primera toma de contacto.

III.1.1. Órganos eficaces, dimensionados y ágiles

Muchos de nuestros órganos de dirección resultan demasiado grandes para reunir a todos sus miembros y para tener debates útiles, que culminen en decisiones claras. Ello a su vez genera reuniones demasiado pesadas y poco eficaces que provocan el absentismo de parte de sus miembros, especialmente en los casos en que deben desplazarse muchos kilómetros para participar en ellos. Y no contribuye a paliar esta sensación la organización de los debates, que a menudo se centran en una serie de intervenciones, frecuentemente mezclando diversos temas a discusión y sin debate entre sí. Sacar las conclusiones concretas de un debate así es enormemente difícil.

Por tanto, es necesario tomar medidas para mejorar el funcionamiento de los órganos como las siguientes:
  1. Reducir, de manera generalizada, el número de personas que componen los distintos órganos de dirección federales.
  2. Reformar sus reglamentos de funcionamiento para facilitar el debate organizado, a través de comisiones o grupos de discusión y regular estrictamente los plazos para enviar con suficiente antelación la documentación a debate.
  3. Encargar el estudio de medios tecnológicos que permitan tanto el intercambio previo de opiniones, como la asistencia virtual a reuniones, especialmente para los órganos ejecutivos que se reúnen con mayor frecuencia.
  4. Cualquier otra que permita combinar la democracia en los procesos con la agilidad y la eficacia en la toma de decisiones.

III.1.2. Aprovechar aptitudes y recursos, funcionar en red.

En más de una ocasión comprobamos cómo las capacidades, el ingenio, la imaginación y habilidad de nuestra militancia, multiplican cuantitativa y cualitativamente la actividad de una organización con escasos recursos. Pero, en ocasiones, no existen canales adecuados para poner en contacto a las personas con ideas o habilidades concretas y las personas responsables del ámbito de trabajo correspondiente. Es necesario flexibilizar nuestro funcionamiento para que no se eche a perder el talento y esfuerzo de la gente que lo puede ofrecer a la organización.

Existen algunas experiencias en nuestra organización, más formalizadas o más puntuales, que apuntan en el sentido de un funcionamiento en red. Así, profesionales del Derecho de nuestra organización o cercana, han creado un Foro que les permite intercambiar información y que puede ser de enorme utilidad para todo tipo de cuestiones legales, desde el asesoramiento en cuestiones administrativas, hasta la ayuda en casos de multas y detenciones. Igualmente, en el marco de huelgas generales y movilizaciones de ámbito estatal, se ha procurado buscar a personas que hicieran llegar fotos y vídeos desde los diferentes territorios. Es una forma de trabajo a explorar en cualquier ámbito.

Por ello, deberíamos recoger como una figura organizativa más la existencia de redes, fundamentalmente a efectos de trabajos prácticos, sin que sustituyan a las personas que trabajan para IU, ni a los cauces establecidos para la toma de decisiones. Así, podrían existir diferentes tipos de redes:

  • Redes de profesionales, de distintos ámbitos, cuya cualificación pueda ser de ayuda para la organización o nuestros cargos públicos, con funciones exclusivamente de estudio o asesoramiento técnico.
  • Redes de técnicos, que puedan ofrecer la realización de trabajos concretos a la organización: diseño gráfico, edición de foto y vídeo, desarrollo de software, diseño web, etc.
  • Redes temáticas, de personas interesadas en el intercambio de información y debate sobre temas concretos, y que permitan un funcionamiento más ágil y flexible que el de las Áreas de elaboración.
  • Redes de cargos públicos, para el intercambio de mociones, iniciativas, buenas experiencias, etc.

Debe quedar claro que en ningún caso esas redes deben sustituir, en primer lugar, el trabajo que técnicos y profesionales deben realizar remuneradamente y en condiciones dignas. En todo caso pueden ser un complemento, especialmente en aquellos territorios con menos recursos. Y, en segundo lugar, tampoco pueden sustituir a los órganos de elaboración o decisión: en todo caso, pueden elaborar y preparar propuestas que sean sometidas a debate por los cauces habituales.

III.1.3. Abrirse de par en par

La exigencia de mayor participación, de mayor apertura y democracia en las organizaciones políticas ha sido un clamor en los últimos meses. IU siempre ha funcionado de manera abierta, en las áreas y asambleas de base, y además ha profundizado en la convergencia con personas no afiliadas a través del proceso de Refundación y la Convocatoria Social. El programa, la piedra angular de nuestra organización, nunca ha sido debatido a puerta cerrada, sino que se ha buscado todo lo contrario.

Pero no es el momento de la autocomplacencia por lo ya hecho, sino de profundizar en ese mismo camino. Los resultados de la apertura han sido siempre positivos. Se trata ahora de hacer una llamada permanente, para redefinir la relación con la ciudadanía. Nunca hemos creído en una democracia meramente representativa, en la que los partidos eligen sus programas y sus candidaturas, piden el voto para ellas y no vuelven a pedir opinión hasta cuatro años más tarde.

Al igual que nuestro programa no es solamente nuestro, hemos de dar el paso para llegar a que nuestras candidaturas sean también debatidas y elegidas de manera abierta, a que las decisiones de mayor calado también sean tomadas con la gente que nos sigue y deposita su confianza en nuestras siglas.

Por ello, junto con la práctica habitual de celebrar asambleas de base abiertas y periódicas y convocar áreas de elaboración colectiva, debemos explorar otras fórmulas, como pueden ser las siguientes:
  1. Las primarias abiertas: existen ya experiencias, dentro y fuera de nuestra organización, para elegir a las personas que encabezan las candidaturas, o incluso las candidaturas completas, con la participación de cualquier persona interesada en participar en el proceso. En caso de ponerse en práctica deben disponerse las máximas cautelas para asegurar la máxima igualdad. Deben realizarse vinculadas al debate político y garantizar la comunicación con el conjunto del censo electoral del proceso en igualdad de condiciones de las candidaturas que hubiere según el marco estatutario, así como su presencia en el conjunto de la organización.
  2. Los “caucus”: Hay también experiencias de democracia participativa de Asambleas abiertas con capacidad de decisión sobre aspectos de especial relevancia (aprobación de programas, elección de candidaturas, decisiones institucionales, etc.).
  3. Asambleas de rendición de cuentas: especialmente en los ámbitos locales es conveniente la realización de encuentros periódicos para explicar el trabajo realizado en el ámbito institucional. A niveles superiores se pueden buscar fórmulas de rendición de cuentas aprovechando las nuevas tecnologías.
  4. Referendos: Para la toma de decisiones de especial calado (apoyo a mociones de censura, investidura, gobiernos en coalición, planes o programas importantes) puede ser interesante consultar, no solamente a la militancia, sino también a simpatizantes o a un censo electoral creado al efecto con personas interesadas.

De lo que se trata, en definitiva, es de profundizar en la interacción con la ciudadanía, ganar en democracia participativa y avanzar en la identificación con nuestras decisiones más importantes.

III.2.
Una organización ética y transparente

IU funciona con estrictos principios éticos en lo relativo a sus vías de financiación, el comportamiento y la remuneración de sus cargos públicos, la limitación de mandatos y todos aquellos aspectos que tienen que ver con la limpieza de la actividad política y la cultura democrática contraria a la profesionalización de la misma.

Por ello, creará un espacio en su página web destinado a la transparencia en su funcionamiento en el que informará puntualmente de los siguientes aspectos:
  • Las actas con los acuerdos tomados por sus principales órganos.
  • El Estatuto del Cargo Público.
  • La financiación de sus grupos institucionales y remuneración de sus cargos públicos, dentro de los límites lógicos de protección de datos y de la intimidad.
  • Los principales apartados de ingresos y gastos del presupuesto de Izquierda Unida.
  • Cualquier otra información que pueda resultar relevante, previa consulta a movimientos y profesionales expertos en transparencia de las organizaciones.

Asimismo, es el momento de dar un paso más allá en una práctica habitual en los distintos niveles de organización de Izquierda Unida, en lo relativo a la ética en su comportamiento como entidad jurídica. Por ello, se realizará un Plan de Gestión Ético-Social, que procurará maximizar la contratación de servicios, suministros, productos financieros o cualesquiera otros a través de entidades de la economía social y alternativa. En dicho plan se recogerían aspectos tales como la sustitución del software propietario en los equipos informáticos de IU, la contratación del suministro eléctrico con cooperativas de energías renovables o el traslado de cuentas a entidades de banca ética, entre otras.

III.3.
Una organización enormemente participativa

La participación es uno de los elementos indispensables para ser una organización de nuevo tipo. En los ámbitos territoriales más cercanos resulta más sencillo crear cauces de participación estables y abiertos, como las Asambleas o áreas de elaboración. Pero es necesario complementar esa participación cotidiana con otras fórmulas de participación.

Igualmente, es especialmente preocupante la escasa participación de las mujeres, a todos los niveles, en una organización que se define como feminista. Del mismo modo, escasea la participación en sectores juveniles o en sectores sociales prioritarios para nuestra política, desde personas extranjeras a personas en paro en general.

La participación es, sin duda, una preocupación general y un valor que compartimos, pero no la hemos dotado hasta ahora de medios organizativos permanentes. Y la participación requiere tiempo, planificación y esfuerzo. Por ello, a partir de la X Asamblea Federal, IU contará con una Oficina de Participación, que será la encargada de realizar, entre otras, las siguientes funciones:
  • Estudiar y proponer reformas de los reglamentos de funcionamiento de plos órganos de dirección, para hacerlos más ágiles y participativos.
  • Estudiar y proponer cambios en los procesos de decisión, como las Asambleas Federales, para ganar en participación.
  • Estudiar y proponer la utilización de nuevas tecnologías para su uso en los órganos de dirección, así como para generar cauces de consulta y participación de la militancia, simpatizantes, etc.
  • Proponer la normativa, velando por la máxima participación, de los procesos de decisión y consulta, tales como Primarias, Referendos, Consultas u otros similares.
  • Realizar un estudio sobre la participación de las mujeres en Izquierda Unida y plantear propuestas de cambio en las formas organizativas para incrementarla y mejorarla.
  • Estudiar, en el mismo sentido, la participación según criterios de edad, clase social, ocupación o cualquier otro que se pueda considerar relevante.
  • Cualquier otra que le sea encargada por los órganos de dirección de IU.


III.4.
Un movimiento político y social basado en la pluralidad

En IU participan personas, colectivos y organizaciones políticas. La afiliación y participación en el proyecto es individual, y por ello durante mucho tiempo hemos puesto el esfuerzo en garantizar la igualdad de la afiliación, independientemente de su origen, individual y personal, de la militancia partidaria o la pertenencia a corrientes de opinión.

La implantación de la U.A.R. contribuye de manera decisiva a superar algunos problemas procedentes de la pluralidad de origen de nuestra organización. En estos 26 años hemos sufrido cambios de mucha importancia, ha entrado y ha salido mucha gente de nuestra organización. Hemos pasado de una organización formada fundamentalmente por partidos o colectivos, a ser mayoría las personas que solamente están afiliadas a IU.
Armonizar esta diversidad organizativa ha sido una de las mayores dificultades en el desarrollo organizativo del proyecto y el origen o la consecuencia de muchos de sus conflictos.

Es necesario crear una nueva cultura de mayorías que sepan integrar y minorías que sepan aceptar su papel. Para ello, es indispensable que prime el debate político y el trabajo concreto. La crisis ha puesto de manifiesto que diferencias políticas que parecían estar a punto de quebrar la organización se convierten en menores cuando la situación exige altura de miras. Hoy, las diferencias en el discurso de los territorios y sensibilidades de IU son prácticamente de matiz. Y sobre el trabajo concreto, en la movilización, en lo institucional, en el activismo, las diferencias se desvanecen casi por completo.

Es el momento de dejar atrás una cultura de ensimismamiento e interiorización. En la medida en que nuestros debates y nuestra actividad sean hacia fuera, las diferencias, incluso con alguna gente que ya no está, se harán salvables. Y el momento que vivimos no nos permite que cometamos errores a este respecto.

III.5.
Una organización federal de soberanía compartida

A lo largo de la historia de Izquierda Unida ha existido una permanente tensión en el ejercicio de la federalidad, con tendencias centrípetas y centrífugas. Sin duda, ejercer la soberanía de manera compartida es un reto, ya hablemos de un Estado o de una organización de cualquier tipo.

En lo relativo al modelo organizativo, tradicionalmente se ha conjugado en los órganos de dirección federales la representación política del conjunto de la afiliación con la representación territorial de las federaciones y organizaciones. Así, una parte de los miembros del Consejo Político Federal es elegida directamente por la Asamblea Federal, mientras que otra ha venido siendo elegida por las federaciones. Este modelo organizativo se vio modificado recientemente, al crearse el nuevo órgano del Consejo de Coordinadores, como un órgano exclusivo de representación territorial.

Esa separación entre órganos de representación política y de representación territorial es la que habitualmente adoptan los Estados federales mediante su cámara alta y su cámara baja. Vistas las frecuentes tensiones entre el ejercicio de autonomía de las federaciones y la coherencia del proyecto federal, parece necesario seguir explorando esa vía para contar con un marco estable donde discutir aquellos temas que no corresponden al ámbito federal, sino autonómico, pero que tienen relevancia estatal. Por ello, a partir de la X Asamblea Federal, el Consejo de Coordinadores pasará a ser el Consejo de Federaciones, órgano de representación de las mismas.

III.6.
La paridad en IU. Un objetivo político prioritario

Desde lo que significa este enunciado, se trata de dar los pasos necesarios y posibles para que la paridad sea una realidad en todos los procesos electivos, y por tanto que la plena igualdad de hombres y mujeres se concrete en la conformación de listas cremallera, tanto en lo orgánico como en las listas electorales. Esto solo se garantizará rechazando toda lista que no cumpla este principio.

Así debe ocurrir en todos los órganos electivos de competencia federal y en todas las listas de las Federaciones para conformar los órganos Federales, en la que no hay instrumentos federales para garantizar el resultado final. La X Asamblea debe establecer mecanismos estatutarios que hagan realidad esta voluntad política. documento político.

Pero para que la presencia de mujeres en la dirigencia de IU sea una consecuencia natural debemos hacer un serio esfuerzo para garantizar que se remuevan todos los obstáculos para incrementar la afiliación en IU, y su participación en todas las actividades de la organización. Valga como ejemplo de esta afirmación constatar que la distribución por sexos de la afiliación a IU, está hoy más lejos del peso femenino en el conjunto de la sociedad. Analizar sus causas y ponerle remedio será una prioridad política de esta X Asamblea. Por ello, se realizará un Plan de Participación Igualitaria que, partiendo de un diagnóstico de la participación femenina en IU en todos los ámbitos (militancia, presencia en órganos de dirección, cargos públicos, etc.), proponga soluciones concretas de obligado cumplimiento. Un proyecto emancipador requiere de la incorporación masiva de mujeres a IU.

Necesitamos y la sociedad necesita:
  • Una organización que integre la igualdad de las mujeres como elemento central de su política y de su discurso.
  • Una organización que asimile el feminismo como elemento definitorio y como práctica política y organizativa distintiva de su día a día.
  • Una organización que deconstruya los pilares patriarcales de la sociedad.
  • Una organización que trabaje con mujeres y hombres en pie de igualdad para transformar nuestra sociedad.
  • Una organización que visibilice a las mujeres y que las incorpore a todos sus ámbitos de representación.
  • Una organización que sea referente político de la teoría feminista en nuestro Estado.
  • Una organización que converja con las mujeres, con las organizaciones y el movimiento feminista.
  • Una organización que trabaje para transformar la vida de las mujeres, haciéndolas ciudadanas de primera, en igualdad y sin violencia género.
  • Una organización cuyo discurso sea siempre incluyente para las mujeres.
  • Una organización que situé las reivindicaciones y exigencias de igualdad de las mujeres como elemento central de su discurso.
  • Una organización donde las feministas no adscritas se puedan sentir representadas
  • Una organización donde las feministas de IU se sientan integradas
  • Una organización que sea ejemplo de coherencia y práctica feminista.
  • Una organización que sea, política y orgánicamente, también violeta.

III.6.1. Refundar IU desde una mirada feminista

Esta asamblea de IU es el momento idóneo para reflexionar entorno al devenir más inmediato y como éste debe contar con las mujeres y hombres feministas para volver a ser una fuerza política alternativa, donde las mujeres encuentren su espacio para la militancia y la participación.

Muchas mujeres feministas de IU, han decidido conscientemente militar en esta Organización, porque defendemos a ultranza que sólo desde una organización como la nuestra, roja verde y violeta, todas las personas pueden encontrar la respuesta política sobre qué hacer y cómo hacerlo, para que otro mundo infinitamente mejor, sea posible.

La paridad, la transversalidad, la globalización de los derechos, la justicia social... no son frases hechas que hayamos incorporado en nuestro programa. Con ellas nos adherimos a la izquierda transformadora y ésta, sin el feminismo, estaría huérfana de contenido, porque habríamos dejado a la mitad de la humanidad sin referencia política.

Por eso debemos retomar anteriores claves diferenciadoras. Nuestros postulados políticos y organizativos deben volver a situar al feminismo como elemento fundamental y esencial. Porque si en momentos de retroceso son los colectivos más desfavorecidos los que se llevan la peor parte, en momentos de involución, la mitad de la humanidad, las mujeres, es nuevamente estafada, engañada, defraudada, y, por ende, discriminada y explotada.

III.7.
El fortalecimiento de las Asambleas de Base. El Entorno Social y Político.

Disputar la hegemonía social al neoliberalismo sólo es posible si se realiza desde la raíz misma y la base de la sociedad, y eso solo será posible si tenemos unas organizaciones activas en cada una de las localidades, conectadas con los sectores profesionales, centros de estudio y de trabajo, para comunicar, movilizar, elaborar, y defender la idea de que hay alternativa y que es posible y realizable otras políticas.

Este trabajo requiere organizaciones implicadas plenamente con su entorno social y político, con relaciones habituales con toda la sociedad articulada y con presencia pública y directa para relacionarnos con el entorno.

Las Asambleas de base deben ser el ámbito natural de participación de la afiliación, así como de cualquier persona interesada en participar con IU. Para ello, deben mantener una periodicidad alta de reuniones, en las que se distribuya trabajo, se generen debates sobre las materias de su competencia y se rindan cuentas. Es fundamental que, en aquellas localidades en las que tengamos representación, las Asambleas locales debatan sobra la actividad institucional, propongan iniciativas y apoyen el trabajo de nuestros cargos públicos. Cualquier persona que asista a ellas debe poder recibir información, mostrar su opinión y decidir sobre las cuestiones fundamentales de la actividad política e institucional de IU.

Además, las Asambleas de Base deben canalizar la participación de IU en plataformas y la relación en plano de igualdad con los movimientos sociales. Y tienen la posibilidad de colaborar en la tarea fundamental de impulsar o apoyar iniciativas ciudadanas de economía social y alternativa, de espacios culturales alternativos, proyectos autogestionados y cualquier otro tipo de proyectos que contribuyan a generar un tejido social crítico con bases sólidas.

III.8.
Una comunicación para la hegemonía de la izquierda

Izquierda Unida es un movimiento político y social, por naturaleza heterogéneo, que tiene como principal capital a sus militantes, afiliados o afiliadas y simpatizantes, que se vertebran en torno al programa y el discurso político.

La política de comunicación de IU, que aquí se perfila, debe ser estratégica y un vehículo de democratización y transparencia, sobre la base de los principios de Democracia Participativa.

Cobra por tanto un valor principal la política comunicativa de una organización como IU, que se define como plural y participativa, así como la existencia de canales de comunicación efectivos que vehiculen, mediante instrumentos útiles y ágiles, la participación de la afiliación, militantes y simpatizantes en la vida cotidiana de la organización, en sus debates y posicionamientos políticos y en el efectivo cumplimiento de sus acuerdos.

Para lograr una hegemonía cultural y social, para dirigir nuestros discursos, argumentarios e informaciones, no podemos dejar que sean las empresas privadas de comunicación quienes lo hagan. Es la hora de establecer canales propios de comunicación interna y externa que nos permitan establecer una comunicación lo más directa posible con la gente.

En este contexto se hace imprescindible fortalecer la comunicación política, sobre los parámetros de información, elaboración y comunicación, fortalecer las estructuras de la comunicación, perfilar la estructura metodológica, los perfiles y las tareas y todo ello ya con la plena incorporación de las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación), con dos objetivos: que las TICs estén en el centro mismo de la acción política de Izquierda Unida y, que la estrategia de comunicación de las TICs no supongan acciones aisladas sino formen parte de una estrategia global.

De otra parte, necesitamos una comunicación política única y diversa, que se adecue a los diferentes espacios de trabajo, que aúne la acción política de la organización, ya sea para espacios institucionales o sociales.

La información desde la elaboración política y la comunicación: Es imprescindible que la acción política de las estructuras de la organización sea conocida (información) por todas las estructuras de la organización. Esa información, debe ser elaborada (argumentarios) por la propia organización, sobre nuestros objetivos estratégicos y marcos político. Esos argumentarios deben ser enviados por nuestros medios propios y deben ser conocidos por toda la organización (Comunicación Interna) y deben ser “vendidos” a los medios de comunicación (Comunicación Externa).

¿Qué comunicación?

  • Planificación del discurso, herramientas para el conjunto de la organización, planificación de la comunicación. Una comunicación para el conjunto de la organización.
  • Una comunicación política para combatir, en todos los terrenos, el bloqueo informativo de las grandes empresas de comunicación. Una comunicación ágil en lo interno, útil y dinámica.
  • Un lenguaje para la mayoría. Debemos ser capaces de adecuar a la realidad española del siglo XXI nuestras ideas, nuestras palabras, los conceptos con las que la izquierda ha explicado su mensaje y se ha dirigido a la clase trabajadora. Una estrategia discursiva propia, que conecte y traduzca políticamente la frustración e indignación, al servicio de la conquista de la hegemonía cultural.
  • En concreto, es imprescindible abordar la formación continuada en comunicación y comunicación política, de los miembros de Izquierda Unida para fortalecer el discurso y las técnicas para la comunicación.
  • Una comunicación política unitaria, que desde el respeto la pluralidad, refuerce el discurso unitario. Una comunicación política que no provoque disfunciones hacia al
  • exterior.
  • La apuesta por extender nuestra presencia con medios propios y de la convergencia social y política, digitales o no, gratuitos y de gran alcance.
  • Que sea reflejo de la organización, y por tanto, feminizada y joven.

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