INTRODUCCIÓN
- Página 3, segundo párrafo. De sustitución: cambiar “de masas para” por “volcada en la construcción de”.
TESIS I
De
sustitución: cambiar la
redacción actual por “La
IX Asamblea de Izquierda Unida, sus textos y resoluciones, definieron
bien el carácter sistémico de la crisis del capitalismo actual y
apuntaron en la
dirección correcta
para confrontar estratégicamente con sus concreciones en nuestro
país. El camino hasta hoy no ha hecho sino confirmar la envergadura
de dicha crisis y lo acertado, en general, de aquella estrategia. Se
trata ahora de
evaluar críticamente nuestros aciertos y limitaciones a la hora de
desarrollarlos, y renovar esa apuesta de acuerdo con los nuevos
factores presentes en la actualidad”.
TESIS II
- Página 15, Punto 34.
De
supresión: eliminar el
texto entre paréntesis.
- Página 18, Punto 51.
De
sustitución: cambiar el
texto actual por “Organizarse
junto a quienes
sufren la crisis en
torno a alternativas de producción y consumo, y en torno a
propuestas políticas que permitan el control social y democrático
de los sectores económicos estratégicos
es un objetivo prioritario de Izquierda Unida. El pueblo no solo ha
de ser objeto sino sujeto de la alternativa socialista al
capitalismo”.
- Página 20, Punto 66.
De
sustitución: cambiar
“siendo capaces de representar” por “participando
en la articulación de”.
- Página 20-22, Punto 70 a 89.
De
sustitución. Cambiar el
texto actual por
“Un
movimiento fundamental: el 15-M
En
el proceso de reactivación de la movilización social en España ha
jugado un papel fundamental una fecha: el 15 mayo de 2011. El
surgimiento del 15M como movimiento de expresión pública de un
cansancio social respecto a la marcha del país, pero también como
manifestación de una enorme energía democrática y un
cuestionamiento de una política que se construye a espaldas de la
ciudadanía y en contra muchas veces de ellos, fue un hito no sólo
en España sino, como se vería meses después, a nivel mundial.
Para
Izquierda Unida y para la izquierda en general trajo una noticia
buena y una mala: la buena era que no habían errado demasiado en el
programa, puesto que muchas de las reivindicaciones concretas podían
leerse desde hace tiempo en sus papeles; la mala es que aquellas
reivindicaciones sonaban novedosas a la mayoría de aquella gente. O
bien la gente desconocía que ya había quien defendiera esas
propuestas, o quizá les merecían más credibilidad en boca de otros
actores.
El
15-M supuso un punto de inflexión en el escenario de crisis: fue el
chispazo para activar subjetivamente a la sociedad ante la situación
objetivamente dramática que ya vivíamos. La importancia del 15-M
no se limita a sus momentos de “explosión”, sino que ha
impregnado al conjunto de la sociedad. El incremento de la
movilización social ha sido exponencial desde la aparición del
movimiento, no solo en sus propias convocatorias sino en otras del
movimiento sindical o movimientos por los servicios públicos, que se
han contagiado de su dinamismo y su repertorio de acción colectiva.
Pero, además, ha cambiado el enfoque de millones de personas que
ahora mantienen una actitud más vigilante y crítica ante el
desarrollo de la vida social y política. Hasta el punto de que
ciertos discursos y razonamientos que antes eran compartidos solo
entre sectores altamente concienciados y que sonaban radicales o
exagerados, ahora se han convertido en parte del sentido común, de
la opinión mayoritaria, aunque no siempre se exprese de manera
compleja o bien fundamentada.
En
ese nuevo sentido común existen dos grandes ideas de fondo, que
interactúan de manera diferente con la izquierda política:
- En primer lugar, la necesidad de regeneración del país, de la vida en común y de su representación a través de las instituciones vigentes, fuertemente cuestionadas por opacas, lejanas, corruptas y ajenas a la vida del común de los mortales. Sin duda, la izquierda participa en ellas de manera crítica, y habitualmente con otras formas y contenidos, pero aunque las demandas de regeneración política apuntan fundamentalmente a los partidos del régimen bipartidista, sería un error no entender que apuntan a una redefinición general de la interacción entre ciudadanía e instituciones.
- Y en segundo lugar, esas instituciones se perciben como ilegítimas por ser incapaces de responder a las necesidades de la mayoría. Se ha roto definitivamente el pacto social que hacía soportable para la mayoría la desigualdad intrínseca del capitalismo. Y además, se muestra con toda su crudeza el papel subordinado del poder político frente a los grandes poderes económico. Exigen sacrificios a tal velocidad, que resulta obvio a qué intereses responden las decisiones públicas.
Resulta,
por tanto, un revulsivo
para cuestionar bases fundamentales del proyecto neoliberal y del
bipartidismo que lo sostiene. Y junto a ello, apela a todas las
fuerzas políticas, incluida la nuestra, para exigirse más en
términos de transparencia, apertura, ética y participación.
El
15 M ha supuesto cuando menos:
- la irrupción de la reivindicación social, política y democrática más importante desde la transición política a nivel de masas.
- el cuestionamiento en amplias capas de la ciudadanía del sistema bipartidista que se entiende como un freno a las aspiraciones sociales y democráticas del pueblo.
- la irrupción de una nueva generación en la política, con nueva organización, métodos y discurso.
- la elaboración de un programa propio que, objetivamente, le sitúa en el marco de las necesidades de un modelo social y económico distinto al que quiere implantar el neoliberalismo.
El
año largo transcurrido desde su nacimiento no ha hecho sino
madurarle como movimiento en relación a sus orígenes, situarle en
la esfera social que le es más propia en barrios, colectivos y
ciudades y hacerle coincidir, aún con contradicciones, con
sindicatos y movimientos. La Huelga general del 29M fue importante en
esa tarea y las manifestaciones recientes del 19J lo certifican.
Izquierda
Unida cree necesario que, partiendo de la total independencia de
Sindicatos, movimientos, 15M y otros colectivos, consigamos pasar de
la coincidencia a la convergencia de programas, estrategias y
movilización en el marco de una necesaria “Rebelión democrática”
contra el orden neoliberal y por una salida social a la crisis.
Las
huelgas generales son el mejor instrumento de la clase trabajadora
para defender sus intereses, para impedir retrocesos de sus
conquistas. La movilización popular del 15M ha significado la
respuesta más organizada y combativa a los efectos de las políticas
neoliberales. Las gentes de Izquierda Unida hemos estado presentes
tanto en los piquetes de las huelgas como en las plazas y calles de
toda España en las movilizaciones del 15 M.
Aun
así, sabemos que para dar una perspectiva política a los conflictos
sociales, no basta con organizar y participar en movilizaciones
importantísimas como las que se han desarrollado en este tiempo. Así
por ejemplo, en el último año, las huelgas generales previas a las
elecciones generales o las movilizaciones del 15 M, tan
fundamentales, no lograron impedir el triunfo del Partido Popular con
mayoría absoluta.
Nos
toca ahora buscar nuevas formas de expresión sociopolítica, más
allá de las existentes, que den cauce en el terreno electoral e
institucional a lo mejor de todas las tradiciones de movilización
social para plantear un verdadero desafío al neoliberalismo y al
bipartidismo”.
- Página 26, Punto 120.
De
sustitución. Cambiar la
redacción actual por “Hoy
podemos afirmar que ese proceso ha
contribuido a que Izquierda Unida haya confluido con mayor
naturalidad en la
movilización social contra el neoliberalismo, allá donde se dé, y
a tejer las
complicidades para cerrar candidaturas municipales y autonómicas (en
Navarra, Catalunya, Extremadura, Madrid, Cantabria, Canarias, etc.)
que nos dieron un buen resultado electoral en mayo de 2011. Permitió,
en definitiva ir construyendo un frente político con presencia en la
movilización social y en confluencia con las demandas de la calle,
de cara a las elecciones generales del 20 de Noviembre”.
- Página 30, Punto 141.
De
sustitución: Cambiar el
texto actual por “La
alternativa: un proceso de acumulación de fuerzas, en la calle y en
las instituciones, para
forjar un movimiento político de mayoría social capaz de involucrar
a los ciudadanos y ciudadanas
y enfrentar el contraproceso constituyente. Organizar la mayoría
social y la alternativa”.
- Página 32, Punto 153.
De
sustitución: Cambiar “es
la herramienta más poderosa de la que disponemos” por “supuso
un punto de partida”.
- Página 32, Punto 154.
De
sustitución: Cambiar el
texto actual por “Pero los
resultados alcanzados son insuficientes, desde el punto de vista de
la convergencia política y social y desde la convergencia
programática que
supuso la Convergencia Social. Ha cambiado el tiempo político y,
afortunadamente, no toca ya llamar a la ciudadanía, sino responder a
la llamada de la calle que exige hacer otra política y hacerla de
otra manera. No es IU quien llama a la unidad a fuerzas políticas,
sociales y ciudadanía, sino la gente quien lo exige e IU quien
responderá en pie de igualdad con quien quiera sumarse”.
- Página 32, Punto 156.
De
sustitución: Cambiar “con
serias posibilidades de convertirse en el eje” por “porque
está llamada a ser parte fundamental”.
- Página 33, Punto 157.
De
supresión: Eliminar desde
“por fin se politiza…” hasta “…se levanta de su letargo y”.
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